En segundo lugar, un laboratorio ciudadano es un espacio para el encuentro…
• Espacio para encuentro de diferentes actores que desarrollan una idea compartida.
• Espacio accesible (Mínimos requisitos para participar)
• Múltiples formas de participación.
• Diversidad de quienes participan.
Se pone en el centro aquello que las personas pueden tener en común, no su identidad (ideológica, religiosa, etc.). Es decir, aportar múltiples visiones sobre el problema que todos consideramos en común. Ahí está el potencial extraordinario de nuestra asociación:
“Solo cuando se conoce el problema completo se pueden aportar soluciones completas”
Entonces, en el cuento de los ciegos y el elefante, podemos transformarnos en los ciegos que se escuchan entre sí para poder ver.
Mientras más personas participen, más factible solucionar el problema. No solo por mayor colaboración, sino por mayor visión del problema. La sabiduría de las masas (The wisdom of crowds) debe ser nuestra guía, aunque nuestra metodología para conocerla (¿encuestas?) debe estar bien refinada. Los invito a investigar más sobre la sabiduría de las masas.
En tercer lugar, un laboratorio ciudadano es por tanto un espacio que conecta ideas, personas, recursos e instituciones que tienen intereses comunes…
Con relación a este aspecto, se trata de poner en valor la cultura de proximidad, priorizando el encuentro y la cooperación entre diferentes actores vinculados a un mismo contexto.
En este sentido, consideramos esencial para Meta Tucumán incluir el concepto de la Zona desarrollo próximo de Vigotsky ¿Cómo acortamos la distancia entre el desarrollo psíquico actual y el desarrollo potencial del sujeto que quiera acompañar nuestra asociación en el sentido de la visión refinada a la que me refería anteriormente? Dicho en otras palabras, ¿Cómo acortamos la brecha comunicacional entre “alineado” y “no alineado”? Según Vigotsky, resulta imprescindible la cercanía, “actuar juntos”. Esto puede resultar útil mientras sea posible. Sin embargo, si lo que se busca es un impacto de gran escala, la respuesta es explorar la Pedagogía como herramienta base en la construcción del contenido comunicacional de Meta Tucumán. Un contenido que deje abierta la puerta de las nuevas ideas pero que deje de lado las ambigüedades en las metas. De esa manera evitaremos las preguntas: ¿Realmente quiere acompañarnos? ¿O solo le puso el nombre de nuestra asociación a sus propios objetivos? ¿Acaso no es eso el amor? ¿Acaso los Quijotes no buscan siempre Dulcineas para amar? Dulcineas que pueden ser todas o ninguna, pero que nunca es real. No podemos correr este riesgo. Nuestra Dulcinea debe ser una sola aunque las maneras de amarla sean diferentes.
En cuarto lugar, se trabaja de una manera específica, desde las lógicas de la experimentación y el prototipado…
Esto no es ni más ni menos que utilizar el método científico y la iteración para la construcción de conocimiento social adaptado a nuestra propia comunidad.
Para Meta Tucumán, aplicar el método científico en laboratorios ciudadanos, es la manera que tenemos de disminuir la incertidumbre sin subjetividad. Es la manera de afianzar lazos sin ficción. Es la manera de planificar con alineación de objetivos. Es la manera de aprender del pasado. Es la manera de interactuar con el presente. Es la manera de diseñar una visión predecible: “La mejor manera de anticipar el futuro es creándolo” Así siempre estoy preparado para lo que viene.
Pero no existen laboratorios sin experimentos y no puede aplicarse el método científico sin experimentación. Todavía no sabemos que somos ni que seremos, ni siquiera sabemos bien que queremos ser, sólo que deseamos y necesitamos mejorar el lugar dónde vivimos y la disminución de esa incertidumbre está en la experimentación. Para Meta Tucumán, la experimentación no solo tendrá valor en las modificaciones visibles (físicas o actitudinales) de nuestra comunidad, sino que puede transformarse en el cemento que nos está faltando para la cohesión como comunidad.
“La experimentación es una práctica, una forma de conocer el mundo y relacionarse con él, pero también una forma de relacionarse con otros que abre potenciales espacios de confianza y colaboración: la confianza necesaria cuando se comparte la incertidumbre, y la colaboración que nace al sostener colectivamente los errores y continuar perseverando; no a pesar de ellos, sino gracias a ellos. En la experimentación se acogen, cuidan y acompañan particularmente la incertidumbre y el error.”
Para Meta Tucumán, la manera ideal de experimentar es utilizar equipos de trabajo formados por personas que con diferentes perfiles que de manera voluntaria se suman para llevar a cabo propuestas que otros ciudadanos han ideado. Si propiciamos las condiciones adecuadas para la experimentación colectiva generamos un hermoso caldo de cultivo donde la convivencia crea comunidad y las inteligencias múltiples innovación. Para nosotros, los frutos se medirán en nuevas metodologías, nuevos modelos de institución pública, nuevas redes de colaboración y apoyo mutuo, en la documentación de los experimentos y también de prototipos de modus operandi con incidencia en el “mundo real”.
Sin embargo, Meta Tucumán no pretende ser una institución que resuelva todo. Nos parece más adecuado vincular diversas instituciones de manera que al experimentar juntos se multiplique la innovación y el impacto. Creemos que será mejor construir puentes entre los laboratorios ciudadanos existentes y otras instituciones que faciliten ir más allá del prototipo.
¡Pero cuidado! La experimentación no goza de tan buena reputación como debería. Hablar de políticas públicas experimentales hace saltar las alarmas. Cuando se gasta el dinero de los otros, los experimentos pueden interpretarse como un mal uso de los recursos. Los administradores deberemos rendir cuentas sobre el valor de nuestras acciones. Nuevamente, la pedagogía para comunicar nuestra experimentación resulta esencial.
Meta Tucumán es una innovación social desde su nacimiento (Por lo menos para la provincia) y debemos recalcar que:
No hay innovación sin error y no hay error sin experimentación.
Permitir que los errores puedan llevarnos a lugares inesperados es permitirnos combinar el juego con un plan de acción. Nuevamente será algo a trabajar con nuestros mecenas ya que la presión para la obtención de resultados concretos puede perjudicar a los procesos de experimentación y por lo tanto conducir a resultados mucho más previsibles que se justifiquen en un supuesto impacto. Estaríamos imitando el modus operandi de la política Argentina.
El valor principal de los laboratorios ciudadanos reside en que en cada proyecto se crean nuevas comunidades de práctica en las que los participantes tienen que poner en juego habilidades para cooperar. Hacer algo juntos implica aprender a hacerlo juntos.
En quinto lugar, la articulación de actores diversos en torno al desarrollo de una idea común genera un gran volumen de conocimiento solo si se lo comparte…
La generación de conocimiento útil es un gran mecanismo de validación social: “El conocimiento que adquieres es de los demás, el que compartes es el tuyo”. Esto quiere decir que solo nos apropiamos del conocimiento cuando lo compartimos y compartir el conocimiento que generemos es disminuir la gran incertidumbre que tiene la sociedad hoy en día. Y desde la intención de transformarnos en tribu multitudinaria, nos erigimos en líderes a seguir simplemente compartiendo el conocimiento que generemos.
En sexto lugar, el posicionamiento conceptual y los rasgos principales que hemos señalado responden al propósito fundamental de un laboratorio ciudadano: crear comunidades de aprendizaje y de práctica…
Para Meta Tucumán, sería algo así como dedicarnos a fomentar la capacidad de las personas y de las comunidades para organizarse y hacer frente a sus necesidades y anhelos con soluciones novedosas. Pero para ello debemos revalorizar que en una comunidad de estas características deben estar presentes no solo todos los tipos de personas sino también instituciones.
En este meme que es una crítica social comunitaria, se intenta mostrar que el verdadero problema es el exceso de críticos y habladores y la falta de hacedores. Sin embargo, esto nos dispara la pregunta: ¿Y el thinker? Recordemos que el éxito de nuestra especie estuvo basado en dos columnas: 1) la gran capacidad de trabajo en colaboración 2) Nuestra inteligencia. Por lo tanto, los hacedores no son nada sin los pensadores y los pensadores no son nada sin los hacedores. Por lo tanto, nuestra comunidad ideal a fomentar debe contar con ambos personajes, respetando siempre la imprescindibilidad del otro. Igual importancia, distintas funciones.
Resumiendo:
¿Nos gustaría ser un laboratorio ciudadanos donde se ofrezca un lugar para no quedarse en las ideas y prototipar de manera colaborativa anhelos colectivos, y pasar de lo imposible a lo realizable?
Por Alberto Ramos – Meta Tucumán