Cuando empezamos a conformar Meta Tucumán, nos propusimos un objetivo GIGANTE: La transformación cultural de Tucumán: Queremos cambiar cabezas, modificar hábitos perniciosos, reconstruir nuestra identidad tucumana, volver a sentirnos orgullosos de nosotros mismos, conformar una verdadera Comunidad.

¿Qué tiene que ver ponerse a levantar basura en todo esto? ¿No es ese el trabajo de los municipios y de las empresas recolectoras de basura?

Nosotros creemos que las estadísticas que muestran a Tucumán como una de las provincias con peor percepción de calidad de vida de la Argentina son absolutamente justas. La basura en los espacios públicos es uno de muchísimos indicadores que lo avalan.

También creemos que la mayor responsabilidad de la existencia de basura en la calle (o de la violación de cuanta norma de tránsito se nos ocurra) no es trasladable a los políticos. Son actos intrínsicamente ciudadanos. Pensamos que la falta de sentido de pertenencia a una comunidad nos llevó a esto, y que sin buenos ciudadanos es difícil tener buenos dirigentes políticos.

El poder del CONTEXTO.

Todo lo que venimos estudiando hasta el momento respecto a porqué hay basura en la calle termina recayendo en el concepto de percepción social de entorno. Los científicos le llaman “normas sociales descriptivas”. Los seres humanos somos súper sensibles a nuestro entorno. Si un ciudadano observa el espacio público y sólo contempla papeles y botellas tirados por todos lados, es muy lógico que piense: “Aquí todo el mundo tira la basura en la calle, así que haré lo que todos hacen, y por lo tanto yo también tiraré la basura en la calle”.

Aquí nos sentimos tentados a echarle la culpa al gobierno y a la inexistencia de basureros, o a la falta de periodicidad de la recolección, pero los estudios demuestran que poner basureros o mejorar la recolección sólo mejora un 16% el índice de arrojo de basura en la calle.

El poder del EJEMPLO.

Los científicos han buscado la forma más eficaz para modificar la percepción de entorno del individuo para que tire menos basura en la calle. Los estudios señalan que si cambiamos la construcción mental del ciudadano y le mostramos no aquello que todos hacen, sino aquello “que debemos hacer”, construimos una “norma social imperativa”. Ver a alguien levantar basura es la forma más eficaz de impactar en el cambio de hábito del individuo y funciona tanto en ambientes sucios como en ambientes limpios. En síntesis, nada es más poderoso que EL EJEMPLO.

Por ello también nos filmamos y lo subimos a las redes. Necesitamos difundirlo para impactar y cambiar hábitos en la mayor cantidad posible de ciudadanos.

Aprendamos de los niños.

Cuando salimos a levantar basura, ya sea en Lomas de Tafí, en El Bajo de San Miguel de Tucumán, en el Microcentro de la Capital o en las sendas de Yerba Buena siempre observamos una reacción especial y muy distinta frente a la experiencia de los niños y de los adultos.

Mientras los adultos percibimos inicialmente como una degradación social levantar basura de terceros, o incluso vergüenza que otros conocidos nos vean llevando adelante tal tarea; los niños la disfrutan enormemente, pues poseen un sentido común absoluto, totalmente desarraigado del contexto, que les presenta la acción como totalmente lógica para lograr proteger su entorno y responder a su firme convicción medio ambiental: “Tengo que mostrarles a los demás lo que se debe hacer”, piensan.

Los adultos estamos “viciados” por años de sometimiento al contexto, acostumbrados y adormecidos. Levantar basura nos saca de nuestra zona de confort y además exige que nos expongamos y exhibamos como “distintos” ante una sociedad que hace colectivamente todo lo contrario. Rápidamente aparecen las excusas para no participar: “Yo para eso pago impuestos”, “El gobierno se debería encargar”, “No tengo la culpa que sean todos sucios”, “Los planeros deberían estar levantándola”.

Desde Meta Tucumán sostenemos que la única forma de vivir mejor y mejorar nuestra calidad de vida es siendo mejores ciudadanos, respetando al otro y construyendo colectivamente estas normas imperativas. Creemos en formar consensos comunitarios sobre las pequeñas cosas y, a través de la participación ciudadana, legitimarnos y unirnos para que la agenda de nuestros dirigentes políticos sea una que respete la de la ciudadanía y no sólo la de los intereses del poder.

Por todo eso levantamos basura. Y por todo eso haremos mucho más.

A prepararse, se viene un Tucumán mucho mejor.